La industria de los videojuegos lleva décadas diseñando el metaverso mucho antes de que el término se utilizara con tanta frecuencia.
Los mundos virtuales que se presentan a día de hoy, son cada vez más inmersivos, complejos y llenos de posibilidades.
Todas las compañias que desarrollan juegos, disponen de equipos altamente cualificados y de conocimientos avanzados en la creación de experiencias inmersivas.
Por tanto, está claro que el futuro del metaverso pasa por las manos de la industria de los videojuegos.
¿Qué es el metaverso?
El metaverso es un espacio virtual, persistente e interoperable que combina una gran variedad de tecnologías emergentes, entre las que destacan:
- Realidad virtual, realidad aumentada, realidad extendida
- Inteligencia Artificial
- Experiencias 3D
- Blockchain
- Gamificación
Entre muchas otras …
En la actualidad, el término metaverso se emplea con cierto grado de exageración y marketing.
No obstante, a mi me gusta ver el acceso al metaverso cómo un forma de evolución del internet actual.
En lugar de consumir contenido digital a través de una pantalla, obtendremos un mayor grado de sensación de presencia.
Sin embargo, todavía nos encontramos lejos de conseguir una visión del ciberespacio de tal magnitud.
Por todo ello, realizaré un recorrido por aquellos videojuegos que se encuentran construyendo el metaverso, mucho antes incluso de que el término estuviera de moda.
Second Life, el antecesor de la idea del metaverso
Con el paso del tiempo, los entornos virtuales han evolucionado enormemente en términos de libertad y dinamismo.
Tendríamos que remontarnos al año 2003 con el lanzamiento de Second Life, un juego multijugador en línea que cambiaría por completo la interacción social virtual.
Este videojuego es considerado cómo uno de los antecesores del metaverso y en muchas ocasiones es catalogado cómo adelantado para su época.
En él se presenta una experiencia virtual lo más similar posible a la realidad.
Con la posibilidad de tener tu propio trabajo en línea y de generar ingresos en la moneda del juego, para de este modo, adquirir todo tipo de bienes virtuales.
¿Estaría Second Life dando pistas del futuro de los activos de propiedad virtual y por consiguiente de la industria de los NFT?
Es posible.
Sin embargo, al márgen de todo esto, Second Life no consiguió tener esa adopción masiva que si se espera del metaverso del futuro.
A pesar de todo, y casi 20 años depués del lanzamiento, el juego aún mantiene una fuerte comunidad de jugadores activos.
Rockstar, la evolución de los mundos virtuales
Si hay una compañia que sabe crear mundos con vida propia, esa es Rockstar Games.
Si hay que destacar el juego que rompió con los estándares en la creación de mundos virtuales, ese es GTA 3, cuyo lanzamiento tuvo lugar en 2001.
Desde entonces, Rockstar se ha ido superando una y otra vez creando entornos diversos, realistas y con una inteligencia artificial cada vez más avanzada.
GTA Vice City (2002), GTA San Andreas (2004) y GTA Liberty City (2005), Rockstar Games se había convertido en una máquina de sacar juegazos.
En 2013, se lanzó GTA 5 para PS3 y Xbox 360 y en 2022 tras las correspondientes mejoras para la nueva generación de PS5 y Xbox series X/S, continua siendo uno de los juegos más vendidos de todos los tiempos.
Tampoco hay que olvidar las obras maestras de Read Dead Redemption 1 y 2 que permiten viajar al salvaje Oeste de hace más de un siglo.
Todos y cada uno de sus juegos se caracterizan por tener vida propia, ya que cada personaje, evento y detalle están elaborados cuidadosamente para deleite y sorpresa de los jugadores.
Todo esto al final se traduce por realismo e inmersión, dos de las características básicas que necesitamos tener en el metaverso.
¿Será GTA 6 el videojuego más cercano al metaverso?
Ojalá podamos comprobarlo muy pronto.
Los RPG y el personaje cómo un todo
En la actualidad, se habla mucho de los avatares y de cómo personalizarlos e interactuar con ellos en diferentes actividades y experiencias.
De hecho, los trabajadores de META (antiguo Facebook) y Microsoft, los utilizan frecuentemente cómo una forma de trabajo en remoto.
Sin embargo, si hay un género que ofrece total libertada sobre cómo crear un personaje y hacerlo completamente tuyo, esos son los RPGs.
¿Quién no ha pasado varias horas configurando el guerrero definitivo en The Elder Scrolls? o ¿Quién no ha creado un samurai/mago en Elden Ring?
Esa libertad de creación hace que sientas una conexión especial con el personaje, llegando a ser una especie de «yo virtual».
Esto no sólo se aplica en la apariencia física, también en la habilidades o en la toma de decisiones.
Los videojuegos llevan décadas permitiendo crear pesonajes que nos representan y esto sin lugar a dudas, lo necesitamos en el metaverso.
Los dispositivos de realidad virtual
La realidad virtual es una de las áreas que cada vez ofrece mejores funcionalidades a los usuarios.
En gran parte, esto es debido a que cada vez más compañias están adaptando sus títulos a este tipo de tecnología.
Vease por ejemplo el nuevo Playstation VR 2 que saldrá con juegos de lanzamiento cómo el Horizon Call of the Mountain (versión VR del Horizon Forbiden West).
El cuál promete una experiencia completamente nueva en primera persona, ampliando el mundo del título original.
Es cierto, por el momento la realidad virtual es bastante nicho y los dispositivos de acceso tienen que sufrir mejoras muy significativas.
Sin embargo, es uno de los pilares centrales del metaverso, y sin la ayuda de los videojuegos, esta no se encontraría tan avanzada cómo lo está actualmente.
Conclusión
Para finalizar, quiero aclarar que el metaverso no será puramente un videojuego.
Sin embargo, la industria de los videojuegos lleva años desarrollando muchas de estas ideas sin la necesidad de utilizar el término metaverso.
Por tanto, queda demostrado que todos los gamers llavamos décadas en contacto con muchos de los términos que nos proponen actualmente.
Nos encontramos en una etapa muy interesante en la que podremos ver grandes cambios en el corto plazo.
No obstante, sólo nos queda esperar a ver lo que está por venir en el futuro.
Nos encontramos en una etapa muy interesante y de gran cambio, no obstante, sólo queda esperar para ver lo que está por venir.